EL BENEMERITO GOMEZ Y SUS HISTORIAS

El Benemérito, San Dimas y Gestas.

Primera parte

1) Uno de los edecanes del general Gómez vivía en concubinato con una humilde mujer con la que tenía varios hijos. Además, Gómez era padrino de uno de sus hijos.

La concubina del edecán se había portado muy bien tanto con su concubino como con los hijos de ambos. Los había criado con mucho amor y con el edecán había sido muy abnegada, muy dedicada y muy amorosa.

Sin embargo, el edecán se enamora de una dama de la alta sociedad valenciana y decide que se va a casar con ella.

La concubina va aterrada donde su compadre, el General Gómez y le cuenta los pormenores del asunto. El General promete arreglarle el problema y sobre todo le pide confianza en él.

Gómez llama al edecán y con su característico acento   andino le dice lo siguiente:

“Caramba, que feliz me hacen las noticias que tengo de que usted se va a casar con la comadre. Ya era hora de hacerla su esposa, tan bien que ella se ha portado con usted y sus hijos.

Pues bien, yo voy a ser el padrino del matrimonio y aquí está mi regalo de bodas” (en ese momento Gómez le entrega una muy buena cantidad de dinero).

Gómez prosiguió:

“Y Caramba, me va a disculpar, tengo unos asuntos muy urgentes que atender y lo voy a tener que despedir, pero antes deme un fuerte abrazo de felicidad por su boda con la comadre”

¿Qué cree usted, amigo lector, que hizo el edecán?

¿Con cuál de las dos mujeres se habrá casado?

Acertó muy bien, con la concubina. De haber seguido en el empeño de haber pretendido casarse con la otra le hubiera ido requete mal con su jefe.

Algo que hay que resaltar:

El General Gómez no lo dejó hablar…

2) La primera guerra mundial ocurrió durante el gobierno de Juan Vicente Gómez. Pues bien, el embajador de uno de esos países en guerra quería que el gobierno de Venezuela apoyara a dicho país suministrándole gasolina. A tal efecto, el embajador le pidió audiencia al general Gómez y éste se la concedió. En consecuencia,
lo citó en su despacho de Las Delicias, en Maracay.

Gómez era un hombre sumamente puntual; sin embargo, el día de audiencia no llegó puntualmente.

Es más, se tardó de una manera considerable. Cuando llegó le dijo al embajador:

“Disculpe embajador. Lamento mucho haberme demorado, pero es que como nosotros no estamos de acuerdo con la guerra, antes de venir para acá, decidí pasar por la Iglesia para pedirle a Dios que se acabe esta guerra cuanto antes”.

El embajador entendió, no le dijo la verdadera intención de su visita y no le quedó otra que irse rápidamente, luego de las cortesías diplomáticas habituales. A este, tampoco lo dejó hablar.

3) Román Delgado Chalbaud era compadre del General Gómez. Al principio del gobierno de Gómez, en muchas oportunidades tomaron el café, juntos, a las 5 de la mañana, siendo testigo de las mismas, quizás la persona más fiel que tuvo Gómez en toda su historia, como lo fue el indio Tarazona. 

Delgado Chalbaud era carismático, extrovertido, dicharachero, hablador. Una personalidad muy diferente al General Gómez, que por lo general era introvertido y que no le gustaba mucho ser centro de atención.

Gómez se dio cuenta que Delgado Chalbaud podía caer en la tentación de intentar un golpe de estado en su contra. En consecuencia, lo envía a Paris. Aquí suceden algunos hechos que comentaremos a continuación:

Poca gente sabe que su hijo Carlos, nace en Paris. Éste es el mismo que fue ministro de la defensa de Rómulo Gallegos pero que a la vez encabezó el golpe de estado que lo derrocara el día 24 de noviembre de 1.948; quedando en consecuencia como presidente de la junta que se constituyera a raíz de dicho golpe.

Estamos hablando del mismo presidente a quien asesinaron en 1.950 y cuyo magnicidio fue de verdad- verdad, y no esos magnicidios chimbos y fantasmagóricos de supuestos paramilitares o de oligarcas en combinación con la CIA y los “marines del imperio”, que supuestamente nos vienen a invadir.

El otro caso de magnicidio y que también fue de verdad-verdad, fue el atentado que le hicieron al ex presidente Rómulo Betancourt, el día 24 de junio de 1960.  Betancourt salió milagrosamente vivo, se le quemaron las manos. En dicho atentado murió el Coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la Casa Militar, que iba en dicho vehículo.

Las investigaciones   dictaminaron que dicho atentado fue aupado y financiado por Rafael Leónidas Trujillo, alias “Chapita”, para entonces presidente de República Dominicana.

Otro de los hechos que ocurrió durante la estadía de Delgado Chalbaud en Paris fue que una adivina le dijo en Paris a Román Delgado Chalbaud que algún día seria presidente de Venezuela. Esto se lo tomó muy serio y se lo creyó. En consecuencia, hace un primer intento de alzamiento y por lo tanto, Gómez lo envía preso a La Rotunda.

Debido a esta prisión, varia gente se movió para que Gómez liberara a Delgado, sobre todo la familia. La esposa de Delgado varias veces fue a ver Gómez. En efecto:

-“Compadre, por favor, entréguemelo”

- Mejor que se quede donde está, comadre. Si se lo entrego, va a ser peor”

Otra vez fue el resto de la familia con la esposa. Le dijeron:

-“General, lo que pasa es que Román se volvió loco. Él ya no sabe lo que hace, por eso se alzó. Usted nos los entrega y nosotros lo cuidamos, como se cuida a los locos. Por lo tanto, no se va a volver a alzar porque no se lo vamos a permitir”

-“Díganme una cosa: ¿ustedes saben si se puso a comer pupú?

-“Nooooo general, ¿cómo va a creer?”

-“Pues que siga preso, no se volvió loco…”

Luego de persistencia para que lo saquen por parte de la familia y sobre todo de la esposa, Gómez la llama y le dice:

-Comadre, yo se lo voy a entregar, pero le advierto:

“Si el sapo brinca y se ensarta, la culpa no es de la estaca”.

Y tal cual. Delgado Chalbaud se alzó otra vez. Fue la famosa “invasión del Falke”, agosto de 1929. Gómez le tenía el hombre adecuado que lo iba a enfrentar, el general Emilio Fernández, presidente del estado Sucre. Un hombre también “echao pa lante” y envalentonado, como el general Román Delgado Chalbaud. Ambos mueren en combate.

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